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martes, 23 de marzo de 2010

ORGANIZACIÓN DE RECURSOS MULTIMEDIA

En la actualidad tenemos más capacidad que nunca a la hora de recopilar documentación de cualquier tipo. Cuando nos sentamos frente a nuestro ordenador la distancia que nos separa de ese informe, o ese efecto de sonido, es un simple clic.
Esto hace que nos encontremos con un gran volumen de recursos multimedia en nuestro disco duro. Pero de qué sirve tener un "fondo de armario" lleno de archivos de cualquier naturaleza, si después a la hora de trabajar, de hacer una pieza en condiciones, no sabemos dónde se encuentra el corte de audio al que queremos hacer referencia, o el "FX de la gallina políglota"...
Es imprescindible algo que ya se reclamaba a oscuras, en un chiste... ORGANIZACIÓN!!!
Y es que, esta palabra, tan devaluada por su frecuente uso, no deja de ser la piedra angular para una correcta sincronización entre la actualidad y hechos pasados.
La organización de los recursos multimedia es imprescindible para proteger a la audiencia de los típicos "Donde digo digo, digo Diego" tan habituales en la clase política o en las negociaciones millonarias de clubs deportivos. Aportando al producto final una credibilidad y una calidad indiscutible.
Si queremos dar una información completa de una situación, tan importante es la declaración recién recogida, como la de hace un mes. No hay nada que aporte más pistas sobre las intenciones de algunos grupos y sus orígenes.
A la hora de elaborar un programa de entretenimiento, pasa lo mismo, es imprescindible tener todos los recursos bien localizados, ya sea temas musicales o guiones que queremos recuperar.
El trabajo del departamento de documentación no solo es imprescindible en las cadenas de radio, prensa o televisión, también es esencial en nuestros discos duros.
Parece algo evidente, pero ¿cuántas veces has dejado un documento de Word, fuera de la carpeta correspondiente, para tenerlo más a mano, o para repasarlo después y ahí se ha quedado?
Seguro que unas cuantas veces, igual que alguna canción, alguna foto, etc.
Estos hábitos son los que hay que eliminar, por pequeños e inofensivos que los veamos.
Tan sencillo como hacer una buena estrategia, primero etiquetando correctamente a cada documento, de esta forma, solo con el nombre nos dará toda la información posible (tipo de documento, fecha, lugar, etc.) y posteriormente, una arquitectura de carpetas lo más sencilla e intuitiva posible. Puede parecer que estas simples acciones, carezcan de mucha importancia, pero definitivamente, son las que aportan a nuestras producciones la calidad de contenidos y las que marcan la diferencia.
Es importante cobrar consciencia de la importancia que tiene la correcta organización de los recursos multimedia, para aportar inmediatez a la calidad de producción y posterior explotación.
Javier Fernández.

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